miércoles, 8 de abril de 2015

Iniciativa

Bueno , aquí os dejo el capitulo 3 y 4 ya sabéis estoy en una iniciativa y os tengo que reseñar esta historia que esta muy bien , de todas formas os dejo el capitulo 2 y el capitulo 1 . 

CAPITULO 3







Han pasado dos semanas desde que vi a aquel chico-sexy-misterios en la sala de baile. He ido todos los días a las 4 am a practicar y salido solo 5 minutos antes de que empezara las clases de June, pero aun así no lo he vuelto a ver, y eso solo hace que me pregunte si en realidad ese encuentro entre nosotros no fue mas que un coqueteo para él.

Son las 4am de un sábado cuando dejo mi bolso sobre el banco que hay en los vestidores y me siento en él para ponerme mis zapatillas de baile. Cuando retiro los calcetines miro con horror mis pies; la carne a penas curada esta terriblemente roja, grandes parchos de piel parecen estar a carne viva, los callos se ven hinchados y mis uñas están moradas en los extremos.  

-¡Diablos, T! ¿Que demonios le hiciste a tus pies? - Exclama una voz familiar detrás de mí.


Miro hacia la puerta para encontrar al chico-Sexy-misterioso-del-lunes-pasado apoyado contra el marco de la puerta con una mirada de preocupación y horror reflejada en el mar azul de sus ojos. Entra del todo en la habitación y se sienta a mi lado de cara a mi, toma uno de mis pies y lo recuesta sobre su regazo para examinarlo. Yo observo su rostro, la forma en que se forma un leve pliegue entre sus cejas por la concentración con la examina mis heridas, el azul de sus ojos se oscureció un poco, sus rellenos labios están ligeramente fruncidos, solo puedo pensar en acercar mi boca a la suya y...Sacudo mi cabeza alejando ese pensamiento y dirijo mi  mirada hacia mi magullado pie.

-Solo esta un poco lastimado por tanto entrenamiento, y...-No logro terminar la frase antes de que me interrumpa.

-Está algo mas que "un poco lastimado", debes tener cuidado, si no curas bien las heridas abiertas podrías llegar hasta adquirir una infección.- Me reprende.-¿Que vas a hacer ahora?

-Practicar.- Mi respuesta parece molestarlo aun mas.

-Como el infierno que lo harás.- Me toma en brazos en un rápido movimiento y nos dirigimos hacia la puerta.

-¡Oye!¡¿Que haces?! - Me aferro a su cuello con miedo de que me deje caer y en el proceso una de mis piernas quede lastimada, después de todo soy bailarina, y una pierna lastimada pondría en riesgo toda mi carrera toda mi pasión.-¡Bájame!

Me ignora, y sale por la puerta del estudio de baile, conmigo aun en sus brazos. Camina hacia un muy llamativo convertible Chevrolet color plateado descapotable, y por un momento dejo de protestar, anonada por su belleza y elegancia.

-Wooooaww.

Él reí, divertido por mi reacción.

-Eres una de las pocas chicas que conozco que se ven atraída hacia los autos.

Me sujeta por un momento con un solo brazo para deslizar la mano libro hacia uno de los bolsillos de sus baqueros y sacar las llaves. Aprieta el botón del pequeño control para quitar el seguro y abrir la puerta del copiloto. Me deposita dentro con cuidado, luego cierra la puerta y rodea el auto para deslizarse dentro del asiento del conductor.
Por dentro el auto es aun mas bonito, con sus asientos de cuero beige y el tablero negro.

El sonido del suave rugido del motor me saca de mi ensimismamiento y me trae a la realidad donde estoy en el auto de un extraño hacia un destino desconocido.

Pongo la mano en la manija de la puerta pero ya es muy tarde: salimos de retroceso del estacionamiento y nos dirigimos a gran velocidad hacia la carretera.

-Quiero bajarme. Para- Digo.

-¿Si te llevo de regreso al estudio empezaras de nuevo a practicar?-Me pregunta sin desviar la mirada de la carretera.

-Absolutamente.

-Entonces me temo que no me detendré.- Replica simplemente.

Frustrada doblo mis rodillas y rodeo mis piernas con los brazos.

-¿Por que te importa?- Pregunto con el ceño fruncido.- Yo no soy de tu incumbencia.

-Eso es lo que tu piensas.

-Esa es la realidad. No soy incumbencia de nadie. -Lo desafió con la mirada a contradecirme.

-¿Eres una de esas chicas con muy baja autoestima? Porque has sonado como una.- Desvía un segundo la mirada de enfrente y me dirige una mirada inquisitiva.

-Ojos en la carretera, Chico Sexy Misterioso. - Suelto antes de darme cuenta que lo he nombrado por el apodo secreto que le di. Miro rápidamente hacia la ventana para que mi cabello oculte el rubor que se desliza rápidamente por mis mejillas y cuello.

El suelta una gran carcajada.

-¿Chico Sexy Misterioso? Me gusta el apodo, aunque no soy tan misterioso como piensas. Sexy en cambio...dejare que tu juzgues eso por mi.-Me mira por otro segundo para guiñarme un ojo, y luego dirigir su mirada de nuevo hacia la carretera.

-Lo que sea- Refunfuño- ¿A donde me estas arrastrando, de todos modos?

- Vamos al Parque del Este. 

.Pero si son las 4:20 de la madrugada- Exclamé-

-Esta bien, el Parque está abierto las 24 horas del día, así que no te preocupes por eso.- Me dirige una sonrisa tranquilizadora.

Cuando llegamos al Parque, estaciona cerca de la entrada, y bajamos del auto en silencio. Cuando mis desnudos pies tocan el frío suelo recuerdo que estoy descalza con un sobresalto y antes de poder entrar de nuevo al auto soy rodeada por unos fuertes brazos que me alzan del suelo.

Rodeo el cuello de Chico-Sexy-Misterioso, y recuesto mi cabeza en su hombro, cansada de discutir, decido disfrutar del paseo.


CAPITULO 4




-¿Tara?

Escucho que una voz me llama a lo lejos, y luego siento como si acariciaran mi mejilla.

-Tara, despierta.- Dice la misma voz dulcemente.

Abro mis ojos lentamente y lo primero que veo es un azul tan brillante e intenso que me hace recordar al mar. Pestañeo para enfocar la vista en los ojos de Chico-Sexy-Misterioso y descubrir que el me esta mirando, sonriendo. Me quedo embobada por sus ojos por un momento, alrededor de su iris tiene pequeños puntos ambarinos, y por los extremos esta muy ligeramente rayado con un poco de verde. Es hermoso.

-¿Dormiste bien?- Pregunta, sonriéndome con cariño.

Es entonces cuando vuelvo a la realidad y soy consciente de donde estoy; me hallo acostada sobre la grama bajo un árbol con la cabeza apoyada en el regazo de Chico-Sexy-Misterioso. Ante este hecho mis mejillas se calientan y se ponen muy coloradas. Me siento rápidamente para alejarme lo antes posible de su regazo, y me maldigo interiormente por dormirme al notar que el sol se eleva imponente en el cielo, entendiendo con esto que ya no son las 4:20 de la madrugada.

-¿Que hora es?- Pregunto. Quiero saber cuanto tiempo he estado dormida, inconsciente en los brazos de este chico desconocido.

-Un poco mas de las 9.-Responde dándole una mirada al reloj en su muñeca.

-Mierda.-Murmuro poniéndome de pie y soltando un siseo cuando siento un ligero escozor en mis magullados y sensible pies cuando la graba los roza. Ignoro esto y continuo caminando en la  dirección en la que creo que esta el estacionamiento. 

-¡Tara! ¿A donde vas?- Pregunta Chico-Sexy-Misterioso cuando me alcanza.

-Debo volver a casa. Papá debe estar preguntándose donde estoy.-Respondo sin dejar de caminar.

-Puedo prestarte mi celular para que le envíes un mensaje. 

-Vale, me parece bien.- Digo, al tiempo que me detengo y tiendo la mano para que me entregue el celular. Pero cuando no lo hace levanto mis cejas.-¿Me lo darás o que?

-Nunca dije que no pediría algo a cambio.-Responde el con una sonrisa coqueta en sus labios.

-No voy a besarte.- Me cruzo de brazos para que de ese modo entienda que hablo enserio, pero el suelta una carcajada y luego me sonríe.

-No era eso lo que iba a pedirte.- Saca su celular de su bolsillo trasero pero no me lo tiende- Te daré el celular para que le escribas a tu papá a cambio de que me dejes darte un paseo por el parque contigo sobre mi espalda.

-De ninguna manera.- Descruzo mis brazos y con obstinación los llevo a mis costado, frunciendo el ceño-¿Por que siempre quieres cargarme?

-Tara, tus pies están descalzos y heridos. Ademas de que a pesar de que te conozco poco, puedo asegurar que nunca tomas un descanso.

-¿Por que te importa?-Pregunté, después de permanecer un minuto en silencio.

-¿Eso es un sí?.-Pregunta aun sonriendo.

Hago rodar mis ojos pero sin poder evitarlo sonrío.

-Esta bien.¿Puedo llamarlo en lugar de enviarle un mensaje?

-Seguro.

Me ofrece el celular y yo lo tomo, marcando el numero de papá y presionando llamar. Suenan tres timbrazos antes de que conteste:

-¿Hola?-Responde la voz de mi padre.

-Hola, papá, soy yo. 

-Oh, hola, Chispita. ¿Esta todo bien? ¿De quien es este numero?

-De un amigo- Respondí mirando a Chico-Sexy-Misterioso, él me guiña un ojo, y yo aparto la mirada de él-  Papá, solo llamaba para decirte que estoy en el Parque del Este y que solo me quedare un rato para dar un paseo.

-Esta bien, Chispita, diviértete.

No era usual que él cediera así de fácil, normalmente me preguntaría quien era mi amigo, o como llegue al Parque del Este cuando dije que iría a practicar. Estoy a punto de preguntarle si esta todo bien cuando escucho voces de fondo.

-Escucha, Chispita, tengo que colgar. Te veré mas tarde en casa.- Dice el, y si no lo conociera mejor diría que se oye nervioso.

-De acuerdo- Y una vez que dije esto, él colgó.

Miré el celular con extrañeza, preguntándome que diablos había sido eso ¿Por que papá sonaba tan nervioso?¿Donde estaba?¿Y por que se oían voces de fondo?

-¿Estas bien?- Me preguntó Chico-Sexy-Misterioso acercándose a mi, preocupación reflejándose en su rostro.

-Si, yo solo...-Mire su celular por un momento antes de regresar la mirada al mar azul de sus ojos- Me preguntaba cuando me dirías tu nombre, Chico-Sexy-Misterioso.

El sonríe y me da la espalda, al principio no entendí el gesto, pero cuando se agachó un poco comprendí que quería que me subiera a su espalda para iniciar el paseo que le había prometido. Metiendo su celular en los bolsillos delanteros de mis vaqueros, subí a su espalda, con una pierna a cada uno de sus lados, y rodee su cuello con mis brazos.

-Ya te dije que no tengo nada de Misterioso- Dijo, y pude sentir la sonrisa en su voz. -Me llamo Harry Owens.

-¿Harry?- Dije con incredulidad al notar lo común de su nombre.- Con tanto misterio pensé que tu nombre seria algo así como Valtordomedo o Perquinstin.

El soltó una carcajada y sentí la vibración en su espalda.

-¿Valtor-que? - Preguntó entre risas.

Sonreí y apoyé mi frente en su espalda, disfrutando de este momento de distracción.

Por mucho que mi cuerpo me decía que debía estar practicando, y una voz en mi cabeza se preguntaba que ocultaba papá, mi corazón por alguna extraña razón sabia que estaba donde debía estar. Y eso me asustaba como el infierno, después de todo, Harry solo era un extraño y yo no tenia tiempo para chicos, tenia que concentrarme en el baile...Pero ¿Por que sentía un cosquilleo en mi estomago por el hecho de estar tan cerca de Harry?



2 comentarios:

  1. ¡Hola!
    Qué historia más dulce y bonita. Me encantaría seguirla leyendo, así que ¡esperaré el próximo episodio!
    Un beso :D

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